jueves, 9 de abril de 2020

Hoy hace un año.





La vida no es una metáfora, no se puede predecir, simplemente no habría que planearla. La vida es lo que pasa ahora, mientras mis dedos se adormecen intentando acompañar el ritmo de lo que pienso. La vida es el respirar y el latir del pecho, simultáneo y asincrónico. La vida no es intencional, y no siempre es la misma para todos. A veces desconcierta por  las circunstancias imprevisibles y aleatorias, que parecieran como guiadas por un poder supremo. 


No hay nada total y puramente subjetivo. Las decisiones, los juicios, incluso este pensamiento confuso e inconexo que tengo en este momento sobre nosotros se podrían explicar lógicamente. La vida no es una metáfora .

La vida no termina, simplemente los momentos agotan su espacio personal dejando sembrada su esencia de forma aleatoria. La vida continuó y continúa ahora.


En memoria de nuestros sueños.

martes, 15 de noviembre de 2016

Dulce tristeza

He pasado todo el día viéndote en mi mente. Reconstruí cada pedazo tuyo, de tu dedo al ombligo, de la nariz al tobillo, del cabello a la pantorrilla. Mi mal es inventar amores platónicos. Pienso, siento, sueño, vivo contigo aquí en medio de todos mis pensamientos, de los más nobles a los más profanos.
Sentí algunos síntomas del amor romántico, temblores, vergüenza y de repente me quedaba mudo. Habría sido mejor seguir dañado, solo y amargado, y así evitar esa necesidad por querer entender qué salió mal.
No quería aceptar cuanto me hacías bien. Cuando te veía sonreír mi pulso se aceleraba. No quería que supieras mucho de mí, no quería compartir mi soledad contigo. Juntar dos soledades no es amor. Todo esto terminó justo cuando empezaba. Seguiré la misma receta para olvidar, altas dosis de soledad, escuchar la misma canción y encerrarme en mis pensamientos, esperando que llegue el momento en que domine mi corazón que me desobedece cada que te pienso.

lunes, 28 de marzo de 2016

Hoy




No me preguntes cómo, pero al iniciar este año, tuve un presentimiento de que éste realmente sería diferente a los otros, y a pesar de que el adjetivo diferente dice mucho o dice poco, simplemente sentí que varias cosas buenas me pasarían. Tampoco quiero mentirte, hace unas semanas esa pesadumbre que puedes leer en la última entrada se apoderó de mi mente, provocándome una sensación de que las cosas no iban por buen camino y cuestioné mil y un veces ese presentimiento que tuve. 

Ahora quiero que me contestes, cuantas veces has leído frases motivacionales cuyo único propósito es darte a entender que no necesitas a nadie ni a nada para ser feliz. Muchas ¿cierto? Aunque te diré que personalmente no pienso que apliquen para todos, aún así, no quiero inclinar la balanza para ningún lado, por que esa afirmación no creo que sea del todo cierta, pero tampoco es del todo falsa. 

Efectivamente, sólo necesitas a una persona para hacerte feliz, y esa persona eres tú mismo, sin embargo, esa felicidad viene de tus decisiones, y una de ellas puede ser la decisión de compartir con alguien más.

viernes, 18 de marzo de 2016

Mentira

Te odio. Te odio por sacarme de tu vida de golpe, sin pensarlo. Sin pensar en nada. Sin pensar en lo que siento, en nuestros planes, en nosotros. Te odio por sacarme de tu vida. Tan simple como devastador. No importa cuántas veces me repita que te entiendo, no me puedo convencer. Quizás en algún momento creí entender, pero esas cosas se terminan. Esas falsas ilusiones de comprensión. Es todo una mentira. Una gran mentira

Pasan los minutos y la calma regresa. Subibajas emocionales, como los llamaba hace mucho tiempo. Con la calma, regresa la razón. No te odio. Te odié. Pero el tiempo pasa y algunas cosas se olvidan. No se curan, se olvidan. No existe el perdón ni el olvido absoluto.

Me río de las mentiras que nos decimos para tranquilizarnos. Mentiras destinadas a convencernos de que las cosas pasan y pasaron por una razón, que hicimos bien en hacer lo que hicimos y que nuestras intenciones son y fueron nobles. Me río de las cosas que uno puede creer solo por necesidad. 

domingo, 11 de mayo de 2014

Timing


Después de tantas cosas que me han pasado, por fin pude tener la facilidad para escupir a través de las teclas algunas ideas que tengo en la cabeza. No fue algo fácil, ¿por dónde empezar? 

Tenía una ligera impresión sobre lo que escribiría, pero curiosamente al estar leyendo otros blogs, saltó a mi vista una entrada justamente sobre un tema al que le he estado dando vueltas durante varios días, bueno más bien varias semanas o meses, no sé bien, el tiempo pasa y pierdo la noción de este con facilidad.

La entrada decía algo así como: encontrar la media toronja es como encontrar el vestido de novia perfecto (y creo hace bastante lógica dicho sea de paso). Es una sentencia que no da lugar a dudas, pero justamente ahi entra el famoso “timing”, que muchos tendemos a pensar que es lo mismo que estar en el lugar correcto, en el momento correcto, y en parte es cierto, pero no es la verdad absoluta. Si pensamos de esa forma, todo lo dejaríamos al azar, ¿cómo una persona podría saber que el timing es perfecto? No necesariamente tiene que ver con el mejor momento, a veces el peor o uno no tan bueno, resulta ser el indicado. En algunas ocasiones la claridad de lo que uno quiere llega a tiempo, pero otras tantas llega retardada, solamente para abrirnos los ojos y demostrar que estuvimos justo en ese momento y por las miles de dudas o incertezas lo dejamos pasar; y generalmente ya no hay nada que hacer, sino aceptar que no tuvimos la claridad o el valor para afrontarlo, lo evadimos, forzando todo para no decidir nada y seguir brincando de un lado a otro.


Y así es como a veces arruinamos el destino predecible, estable, adorablemente rutinario y asquerosamente feliz de compartir la vida con alguien.







martes, 8 de octubre de 2013

Lo que viene después de una coma




Es impresionante la cantidad de acontecimientos que suceden a una simple coma.





Después de una coma ella me hablo. Después de una coma fuimos a comer a un lugar de moda y a otro no tanto. Después de una coma fuimos al parque, comimos helado, caminamos. Después de una coma hablamos de nosotros, de todo y de nada. Después de una coma hablamos del trabajo, cambiamos ideas, nos incentivamos. Después de una coma rompemos barreras, conocemos a los amigos, a los colegas y entendemos parte del pasado.





Después de una coma, ella me vio riendo, orgulloso, ansioso, soñando, abrazándola y besándola. Después de una coma ella me conoció, y supo descifrar lo que yo quiero.





Lo que yo quiero, es colocar muchas comas en este renglón, porque así, puedo demostrarle a mi vida que yo espero más de ella.

martes, 24 de septiembre de 2013

Encontrado en otra botella



La verdad no estoy segura de porqué sigo escribiéndote estas cartas, ya no tenemos contacto de ningún tipo. Solamente sé que estás en el norte del continente y para mi eso es suficiente. Lo que vivimos en verdad fue una gran etapa en mi vida, lo pasamos muy bien, viajamos, conocimos muchos lugares juntos, reímos, lloramos, crecimos, y ahora ese mismo proceso nos separo. Recuerdas que tú eras el que decía que lo único constante en la vida es el cambio, y yo tontamente lloraba queriendo que no llegara ese momento. 

Me decepcionó la forma en que termino todo esto, la confianza se rompió y no hay forma alguna de recuperarla, pero, a pesar de todo eso, no puedo dejar de quererte de la noche a la mañana y justo por eso estoy aquí escribiéndote estas lineas y contándote que ha pasado con mi vida. 

Hace poco llegue a una nueva ciudad y me agrada descubrir que perdí el  miedo de mudarme de un lado a otro, es más, tan sólo compre boleto de ida. No se cuando regresaré.

La semana pasada fui al cine, curiosamente hay una muestra francesa en la ciudad y bueno, bien sabes que j'adore le cinéma!  Disfrute mucho la película, aunque al final haya resultado un film plagado de lugares comunes, me hizo reír bastante. 

Últimamente he tenido mucho trabajo y la verdad es que me agrada, ya sabes que adoro trabajar en esto. Hace unos meses estuve en el extranjero en una especie de internship que me abrió el camino, y mira, me puso en donde estoy ahora. 

Sabes, justo hoy me siento un poco lerda para formular ideas, estos días he procesado muchísima información, me siento como fuera de mi playa y me pierdo, tengo miedo de olvidar alguna cosa y me atormento un poco.  

Cambiando un poco el tema, hace unas semanas conocí a alguien, salimos y la pase muy bien, no estoy segura de que va a pasar, ya sabes como es el tema de las relaciones. Sin embargo, sé perfectamente que si no es el, voy a encontrar alguien que me guste igual o más que tú, aunque a veces diga que no y en verdad eso espero. Te he de decir que no es mi prioridad, si llega ahora bien, sino, tengo muchas metas laborales para entretenerme.

Gracias por todo lo bueno que me dejaste, es con lo que me quedo. Ya me cansé de sentirme atrasada y atada, aunque no leas esta carta quiero que estés seguro que ahora si, no tengo dudas sobre el rumbo que toma mi vida. Te dejo un beso.