martes, 6 de noviembre de 2012

Una breve despedida





El día en que nos encontramos, el reclamo vino de ambos lados, extrañábamos nuestras pláticas que siempre nos acompañaban.
 

Hubo un reclamo fuerte de tu parte. Yo había quebrado una promesa, de aquellas que se hacen en medio de una locura transitoria. Pero, como no suelo romper mis promesas, -honro mucho mi palabra- aquí estoy escribiéndote. Principalmente para romper el silencio que se había asentado en mí.

 
Cuando supe que te irías, ya era demasiado tarde, las maletas estaban listas, los cigarros se encontraban en tu bolsa y el reloj ya había anunciado tu partida.

 
Tus palabras ya me habían dicho que te irías, pero inconscientemente esperaba un último encuentro; sin embargo, cuando te escuché supe que ya respirabas un aire nuevo.
 

Que esos nuevos aires llenen tus pulmones de vida. Que tus labios experimenten nuevos sabores y que tus ojos puedan ver nuevos colores.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Ironía

 
 
La convicción con la que empecé a ignorar mis ganas de escribir me trajo nuevamente al Blog. Para ser honesto, me olvide de como hacerlo, olvide la receta del pastel. Se me olvido como puedo expresar al mundo un grito, o simplemente un susurro de mi intensidad-miel-mierda-neurosis. Simplemente ya no sé como hacerlo. Solo se juntar las palabras cuando escribo algo sobre mi enojo por no ser capaz de traducir un grito que me implora salir. Una gran ironía, dicho sea de paso.

No me extraña encontrarme a mi mismo de vez en cuando formando frases inconexas en mi mente, pero carajo, nunca llegan a la PC. He ido perdiendo la facilidad de jugar con las frases y las palabras y lo peor es que mi mente no ha parado de pensar ni un segundo. Alguien me dijo que esto puede ser fatiga mental y creo que bien podría ser esa la respuesta, porque miles de cosas han invadido mi mente desde que caí en el vacío de las palabras escritas.

Son las decisiones que no tomé, el estrés constante que genero cuando las cosas no salen como las había planeado, son crisis sin lógica, un cansancio que sólo me da ganas de dar la vuelta a la pagina y dormir. Y justo eso es lo único que tengo ganas de hacer, ausentarme de mi mundo loco e ir a un lugar donde pueda volver a ser yo y obtener solo la parte positiva de este caos.

Tal vez aun pueda ir a alguna playa donde nadie me conozca y pueda hacer una sola cosa a la vez en lugar de tener que enfrentar todo revuelto.