Es impresionante la cantidad de acontecimientos que suceden a una simple
coma.
Después de una coma ella me hablo. Después de una coma fuimos a comer a un
lugar de moda y a otro no tanto. Después de una coma fuimos al parque, comimos
helado, caminamos. Después de una coma hablamos de nosotros, de todo y de nada.
Después de una coma hablamos del trabajo, cambiamos ideas, nos incentivamos.
Después de una coma rompemos barreras, conocemos a los amigos, a los colegas y
entendemos parte del pasado.
Después de una coma, ella me vio riendo, orgulloso, ansioso, soñando,
abrazándola y besándola. Después de una coma ella me conoció, y supo descifrar
lo que yo quiero.
Lo que yo quiero, es colocar muchas
comas en este renglón, porque así, puedo demostrarle a mi vida que yo espero
más de ella.